Esquina Financiera La suma de la colecta durante las Misas del domingo pasado fue $5,772. Recibimos $5,772 a través de WeShare para un total de $11,544. Gracias por dar tan generosamente a nuestra colección regular. La colecta para la Asunción totalizo $1,915. Gracias
Queridos Feligreses y Amigos,
Cada vez escuchamos más sobre el escándalo que afecta a nuestra Iglesia y mi pregunta como Pastor es ¿cómo respondemos? ¿Qué debemos hacer? ¿Es la oportunidad para una discusión grupal algo a que daríamos la bienvenida? Aparte de nosotros mismos, ¿quién sería útil para discutir esas realidades perturbadoras?
¿Qué piensas? ¿Qué debemos hacer? ¿Cómo deberíamos responder a esta terrible situación que una vez más afecta la Iglesia, abuso de poder por parte de individuos y líderes que deberían haber hecho las cosas de manera diferente? Tal vez existe la necesidad de reunirnos para discutirlo.
Lunes y martes celebramos las Fiestas de Santa Mónica y su hijo San Agustín. Mónica mantuvo una fuerte fe en Dios bajo las circunstancias de un esposo infiel, Patricius, quien tuvo problemas por beber demasiado, y su promiscuo hijo, Agustín. Monica oró y ayunó a menudo por su conversión. Patricius eventualmente se convertiría al cristianismo y en un esposo más amoroso, mientras que Agustín solo encontraría su camino a Cristo después de conocer a Ambrosio, afamado obispo de Milán. Mónica es un ejemplo de devoción a Dios y a la familia a través de los muchos desafíos de la vida. Agustín es un ejemplo de alguien consumido por la búsqueda de la verdad, que lo llevó a muchas filosofías diferentes hasta que finalmente descubrió a Cristo. Ambos Santos nos recuerdan que a menudo, y a través de otras personas, nos acercamos más a la verdad y al amor.
El miércoles se conmemora la Pasión de San Juan Bautista, el gran precursor del Señor. Si bien hay mucho en lo que centrarse en la vida de Juan, la fiesta de hoy nos recuerda, específicamente, su pasión y muerte. La muerte de Juan rodea la obediencia a la Ley de Dios, que el rey Herodes había violado a través de su matrimonio con Herodius, la viuda de su hermano. Juan no pudo permanecer en silencio cuando el pueblo elegido por Dios falló en su observancia de la Ley. Cada semana venimos y escuchamos la Palabra de Dios, estamos llenos de la gracia del Sacramento, y tenemos el desafío de abrirnos más y más a la Nueva Ley, el Espíritu Santo, que ahora mora en nosotros. La voz de Juan se hace eco hoy en nuestros corazones desafiándonos a examinar nuestras vidas a la luz del Evangelio.