Esquina Financiera La suma de la colecta durante las Misas del domingo pasado fue $6,634. Recibimos $3,082. a través de ParishPay para un total de $9,716. Gracias por dar tan generosamente a nuestra
colección regular.
Queridos Feligreses y Amigos;
Parece increíble pero estamos ya a mediados de Julio. Espero que el verano este siendo agradable para todos. Y ahora deseo ponerles al día sobre lo que esta teniendo lugar en nuestra parroquia.
El trabajo de restauración continua en el exterior del edificio y quiero expresar mi agradecimiento a todos los que continúan cumpliendo su promesa a la Campaña del Capital. El progreso es evidente en el trabajo de reemplazo de los ladrillos el cual se espera será completado para finales de agosto y que nos llevara a la reparación del techo así como de nuestra fachada principal.
Les informo que el lunes pasado tuvimos un problema con la cerradura del Tabernáculo! Llamamos al cerrajero inmediatamente y así comenzó una mini-saga. La cerradura fue hecha a la medida así que para reemplazarla, parte del Tabernáculo tuvo que ser desmantelada. Esperamos que esto este resuelto para este fin de semana.
Como ya saben ustedes, pudimos reemplazar nuestro viejo “Handi-Lift” gracias a la generosidad de uno de nuestros feligreses. La instalación ya ha terminado pero aun estamos esperando que el Departamento de Edificios (“Department of Buildings”) venga a efectuar la ultima prueba e inspección. Nos han informado que esto tendrá efecto la semana próxima. Les agradezco su paciencia.
El verano ha traído un poco de tranquilidad a la parroquia, aunque estoy muy contento que el campamento de verano “Kids in the Game” este usando nuestras facilidades cada día. El campamento funcionara durante varias semanas mas y detalles sobre sus actividades pueden obtenerse en la Rectoría.
De otra parte, estamos muy ocupados con el presupuesto, proyectos de mantenimiento, programando actividades para el próximo año, y ayudando a implementar las varias facetas de nuestro Plan Pastoral.
Recientemente y caminando por la ciudad recordé unas palabras del Papa Francisco durante la Misa que ofreció en el Madison Square Garden. De regreso en la Rectoría leí el sermón de nuevo y quiero compartir su palabras con ustedes…
«Vivir en una ciudad es algo bastante complejo: contexto pluricultural con grandes desafíos no fáciles de resolver. Las grandes ciudades son recuerdo de la riqueza que esconde nuestro mundo: la diversidad de culturas, tradiciones e historias. La variedad de lenguas, de vestidos, de alimentos. Las grandes ciudades se vuelven polos que parecen presentar la pluralidad de maneras que los seres humanos hemos encontrado de responder al sentido de la vida en las circunstancias donde nos encontrábamos. A su vez, las grandes ciudades esconden el rostro de tantos que parecen no tener ciudadanía o ser ciudadanos de segunda categoría. En las grandes ciudades, bajo el ruido del tránsito, bajo «el ritmo del cambio», quedan silenciados tantos rostros por no tener «derecho» a ciudadanía, no tener derecho a ser parte de la ciudad –los extranjeros, sus hijos (y no solo) que no logran la escolarización, los privados de seguro médico, los sin techo, los ancianos solos–, quedando al borde de nuestras calles, en nuestras veredas, en un anonimato ensordecedor. Y se convierten en parte de un paisaje urbano que lentamente se va naturalizando ante nuestros ojos y especialmente en nuestro corazón.
Saber que Jesús sigue caminando en nuestras calles, mezclándose vitalmente con su pueblo, implicándose e implicando a las personas en una única historia de salvación, nos llena de esperanza, una esperanza que nos libera de esa fuerza que nos empuja a aislarnos, a desentendernos de la vida de los demás, de la vida de nuestra ciudad. Una esperanza que nos libra de «conexiones» vacías, de los análisis abstractos o de rutinas sensacionalistas. Una esperanza que no tiene miedo a involucrarse actuando como fermento en los rincones donde nos toque vivir y actuar. Una esperanza que nos invita a ver en medio del «smog» la presencia de Dios que sigue caminando en nuestra ciudad. Porque Dios está en la ciudad.
¿Cómo es esta luz que transita nuestras calles? ¿Cómo encontrar a Dios que vive con nosotros en medio del «smog» de nuestras ciudades? ¿Cómo encontrarnos con Jesús vivo y actuante en el hoy de nuestras ciudades pluriculturales?
El profeta Isaías nos hará de guía en este «aprender a mirar». Habló de la luz, que es Jesús. Y ahora nos presenta a Jesús como «Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz»