Esquina Financiera La suma de la colecta durante las Misas del domingo pasado fue $10,655. Recibimos $8,102 a través de WeShare para un total de $18,757. Gracias por dar tan generosamente a nuestra colección regular. La segunda colecta para nuestro Comedor Popular totalizo $2,995. ¡Gracias!
Queridos Feligreses y Amigos;
La Cuaresma está sobre nosotros, y espero que usemos este tiempo como un período de oración, ayuno y entrega de limosnas. Cada uno requiere un pensamiento sobre cómo podemos integrar de manera más completa y realista estos aspectos de la vida cristiana.
Las cenizas se distribuirán este miércoles durante la misa a las: 7:30 a.m., a las 9:30 a.m. para la escuela, a las 12:10 p.m., a las 5:30 p.m., y a las 7:00 p.m. (misa en español). Les pido considerar y recibir este recordatorio de nuestra humanidad y la necesidad de arrepentimiento. El miércoles también es un día de ayuno y abstinencia. El ayuno obliga a los que gozan de buena salud, entre 18 y 59 años, a tomar solo una comida completa y dos comidas más pequeñas que no igualen a una comida completa. La abstinencia, no comer carne, obliga a los mayores de 14 años. Cada viernes de Cuaresma es un día de abstinencia, mientras que Viernes Santo es el otro día de ayuno y abstinencia.
Yo los aliento, como creyentes que somos y que necesitamos la presencia más plena de Dios en nuestras vidas, a celebrar el Día de San Valentín el martes 13. Para aquellos que deseen una simple guía de la Cuaresma, tenemos disponible en la Oficina de la Rectoría el “Magnificat Lenten Companion” por $3.00. Lamentablemente, no pudimos conseguirla en español esta Cuaresma, a pesar de probar varias editoriales.
Gracias a los feligreses que han ayudado este año a organizar el programa “Feeding Our Neighbors”. Recibimos muchas donaciones de alimentos, así como una segunda colecta que recaudó $3,686.00. Parte de la comida y de la colecta se destinaron a la cocina de beneficencia de la parroquia y a la despensa de alimentos, así como al Kennedy Center de Harlem, administrado por Catholic Charities.
Además, como algunos de ustedes ya saben, el pasado miércoles alrededor de las 12:30 p.m., nuestra escuela, la sala/ teatro de la parte inferior así como algunas partes de la iglesia se vieron afectadas por un importante apagón. Un cable quemado que entraba a la escuela desde la calle causó la pérdida de electricidad pero afortunadamente Con Edison pudo reparar el servicio esa misma noche. Como no estábamos seguros que tiempo necesitaría Con Ed para restablecer la energía (incluida la caldera), tomamos la decisión de cancelar las clases el día jueves. Nuestro agradecimiento al personal de la escuela por despedir a los niños el miércoles temprano de una manera muy segura y tranquila.
Continuemos orando por la paz.
Padre Duffell.
NUNCA ES TARDE PARA REFLEXIONAR PARA LA CUARESMA
No nos gusta hablar de conversión. Casi instintivamente pensamos en algo triste, penoso, muy unido a la penitencia, la mortificación y el ascetismo. Un esfuerzo casi imposible para el que no nos sentimos ya con humor ni con fuerzas.
Sin embargo, si nos detenemos ante el mensaje de Jesús, escuchamos, antes que nada, una llamada alentadora para cambiar nuestro corazón y aprender a vivir de una manera más humana, porque Dios está cerca y quiere sanar nuestra vida.
La conversión de la que habla Jesús no es algo forzado. Es un cambio que va creciendo en nosotros a medida que vamos cayendo en la cuenta de que Dios es alguien que quiere hacer nuestra vida más humana y feliz.
Porque convertirse no es, antes que nada, intentar hacerlo todo mejor, sino sabernos encontrar por ese Dios que nos quiere mejores y más humanos. No se trata solo de “hacerse buena persona”, sino de volver a aquel que es bueno con nosotros.
Por eso, la conversión no es algo triste, sino el descubrimiento de la verdadera alegría. No es dejar de vivir, sino sentirnos más vivos que nunca. Descubrir hacia dónde hemos de vivir. Comenzar a intuir todo lo que significa vivir.
Convertirse es algo gozoso. Es limpiar nuestra mente de egoísmos e intereses que empequeñecen nuestro vivir cotidiano. Liberar el corazón de angustias y complicaciones creadas por nuestro afán de poder y posesión. Liberarnos de objetos que no necesitamos y vivir para personas que nos necesitan.