Mientras que todos sabíamos que el Padre Alexis dejaría nuestra Parroquia, su súbita salida nos sorprendió a todos. El Pastor de la Iglesia de St. Luke’s en el Bronx fue hospitalizado de emergencia lo que hizo necesario nombrar un Administrador temporal. Padre Alexis acepto esta asignación. Nuestro agradecimiento por sus 22 anos de servicio en Blessed Sacrament. Estamos planeando una celebración en su honor y espero que todos puedan asistir. Les mantendré informados.
Simon Pedro y sus compañeros pescan toda la moche sin conseguir nada. Al acercarse a la orilla al amanecer alguien que no conocen les pide tirar la malla otra vez. Cuando esta se llena, el discípulo amado reconoce a Jesus, ahora resucitado y que le dice: “Es el Señor.” Cuando alcanzan la orilla encuentra fuego de carbon y en el mismo, pescado y pan. Jesus los invita a comer con el. Reparte el pan y el pescado entre ellos. Le pregunta tres veces a Peter si lo ama, y le dice: “Alimenta a mis corderos…Cuida y alimenta a mis ovejas.” Entonces habla de la muerte de Simon Pedro y le dice: “Sígueme.”
La amistad con Jesus es una de las cosas esenciales de la vida, no importan las circunstancias- - enfermos o saludables, pobres o ricos, de baja o alta posición en la Iglesia o en la sociedad. Esta es la verdad suprema que el Apóstol Juan nos dice en su evangelio. Lo bueno es que Jesus desea nuestra amistad, y la ofrece a todos aquellos que lo aceptan en su fe. Nos identificamos con muchas de las personas que Jesus encuentra en el evangelio —la mujer Samaritana, Marta y Maria, Lazarus (Jesus lloro su muerte), el Apóstol Pedro, y Maria Magdalena. El evangelio también nos pide no identificarnos con aquellos que rechazan y hasta traicionan la amistad con Jesus. El puede llamarnos sus amigos porque nos ha dicho todo lo que ha escuchado de su Padre (Jn 15:15). Los títulos que usamos para dirigirnos a El (Mesias, Señor, Hijo de Dios) por muy ortodoxos o elevados que sean, son inadecuados para expresar lo que Jesus significa para nosotros a menos que ellos incluyan “Amigo Amado.”
Una relación amante y personal con el Señor fue una de las características de la comunidad del Apóstol Juan. Lamentablemente las relaciones individuales con Jesus no fueron suficientes para unir la comunidad. Podemos ver en la Primera Carta de Juan que varios individuos, afirmando hablar con el Espíritu de Jesus, comenzaron a enseñar falsas doctrinas. Eventualmente se formaron grupos separados que dividieron la comunidad. En el Evangelio de hoy Juan nos enseña que la amistad individual con Jesus debe ser complementaria con la autoridad dentro de la comunidad. Y el Señor le pide a Pedro cumplir esa función.
Sin embargo, esa autoridad que da Jesus debe ser ejercitada desde su amistad con El. “Me amas?” Tres veces hace Jesus esta crucial pregunta a Pedro cuando le pide atender y alimentar sus ovejas. Este principio se aplica no solo al sucesor de Pedro sino también a aquellos ejercitando su autoridad dentro de la Iglesia, desde la familia a la cancillería. Solo de esta manera la autoridad humana se convierte en expresión de la autoridad de Jesus, el Buen Pastor que da su vida por sus ovejas.