Esquina Financiera La suma de la colecta durante las Misas del domingo pasado fue 10,244. Recibimos $4,836 a través de WeShare para un total de $15,080. Gracias por dar tan generosamente a nuestra
colección regular.
Queridos Feligreses y Amigos;
En este último día de Adviento, mientras esperamos el nacimiento de nuestro salvador el Señor Jesucristo, rezo por que esta Navidad sea un momento de gran bendición para usted y su familia y que el próximo Año Nuevo sea una era de paz y de justicia.
A lo largo de este último año me he preguntado qué diría Jesús:¿cómo respondería a todo lo que ha estado sucediendo en el mundo? ¿Y tú, qué piensas?
Encuentro las palabras del Dr. Martin Luther King, Jr. sobre esta fiesta muy relevantes hoy día.
Esta temporada de Navidad encuentra una raza humana bastante desconcertada. No tenemos paz interior ni paz exterior. En todas partes, los temores paralizantes atormentan a las personas día y noche. Nuestro mundo está cansado de guerra; donde quiera que estamos vemos sus ominosas posibilidades. Y, sin embargo, mis amigos, la esperanza navideña de paz y buena voluntad hacia los hombres ya no puede descartarse como una especie de sueño piadoso de alguna utopía. Si no tenemos buena voluntad hacia los hombres en este mundo, nos destruiremos mediante el mal uso de nuestros propios instrumentos y poder.
Esta temporada de Navidad se extiende hasta la Fiesta del Bautismo del Señor el 8 de enero. El árbol de navidad, las flores y las decoraciones permanecerán hasta entonces. Que cada uno de nosotros haga lo mejor que pueda para mantener vivo el espíritu de la Navidad en nuestros hogares hasta el día 8 de enero.
La Fiesta de la Navidad en sí es una celebración de 8 días, y durante esta semana conmemoramos algunas otras Fiestas muy especiales. El 26 es la fiesta de San Esteban, el primer diácono y mártir, apedreado hasta la muerte por una turba que incluía a Saulo de Tarso, quien eventualmente llegó a ser Pablo. Durante el juicio y el martirio, Esteban tuvo una visión del cielo, una visión de la presencia de Dios en un momento difícil pero triunfante en el que, despojado de todo lo demás, permanecieron la fe, la esperanza y la caridad. Gracias de una manera muy especial a nuestro Diácono aquí en el “Blessed Sacrament”, Scott Reisinger.
El día 27 celebramos la Fiesta de San Juan Apóstol y Evangelista, el discípulo llamado el "amado" por su estrecha relación con Jesús. A lo largo de su Evangelio, el hijo de Zebedeo hace una aparición en momentos significativos en la vida de Jesús; en la Última Cena, en el Jardín, al pie de la Cruz y en el Cenáculo. Su relato del Evangelio es bastante diferente de los relatos de Mateo, Marcos y Lucas debido a su énfasis divino que se proclama a través de un lenguaje simbólico y su forma poética.
El jueves celebramos la Fiesta de los Santos Inocentes. El rey Herodes el Grande, temiendo por su trono después de enterarse del nacimiento de Jesús, ordenó la muerte de los hijos primogénitos de Israel. Piensen en estos infantes impotentes, atrapados en la lucha por el poder de su tiempo. Piensen y oren por los que hoy se encuentran sin poder entre los poderes de este mundo.
Finalmente, el próximo domingo celebramos la Fiesta de la Sagrada Familia, una devoción que coloca ante nosotros la unidad y el amor tan evidente en la familia de José, María y Jesús. Oremos para que nuestras familias se conviertan en círculos de amor, aprendizaje, seguridad, aliento, y que abracemos siempre el camino hacia Dios.
Deseo a cada uno de ustedes una Feliz Navidad y un Año Nuevo lleno de salud. Y, como siempre, recemos por la paz y actuemos más fielmente de acuerdo con sus demandas.
Padre Duffell
Alégrate, Lc 1, 26-38
¿Cuántos son los que creen de verdad en la Navidad? ¿Cuántos los que saben celebrarla en lo más íntimo de su corazón? Estamos tan entretenidos con nuestras compras, regalos y cenas que resulta difícil acordarse de Dios y acogerlo en medio de tanta confusión.
Nos preocupamos mucho de que estos días no falte nada en nuestros hogares, pero a casi nadie le preocupa si allí falta Dios. Por otra parte, andamos tan llenos de cosas que no sabemos ya alegrarnos de la «cercanía de Dios».
Y una vez más, estas fiestas pasarán sin que muchos hombres y mujeres hayan podido escuchar nada nuevo, vivo y gozoso en su corazón. Y desmontarán «el Belén» y retirarán el árbol y las estrellas, sin que nada grande haya renacido en sus vidas.
La Navidad no es una fiesta fácil. Sólo puede celebrarla desde dentro quien se atreve a creer que Dios puede volver a nacer entre nosotros, en nuestra vida diaria. Este nacimiento será pobre, frágil, débil como lo fue el de Belén. Pero puede ser un acontecimiento real. El verdadero regalo de Navidad.
Dios es infinitamente mejor de lo que nos creemos. Más cercano, más comprensivo, más tierno, más audaz, más amigo, más alegre, más grande de lo que nosotros podemos sospechar. ¡Dios es Dios!