ESQUINA FINANCIERA
La suma de la colecta durante las Misas del domingo pasado fue $12, 264. Recibimos $3, 766 a través de WeShare para un total de $16,030. Gracias por dar tan generosamente a nuestra colección regular.
Queridos feligreses y amigos,
¡Feliz Pascua de Resurrección! Que esta temporada de Pascua les traiga mucha alegría y consuelo en el conocimiento seguro de que Dios es siempre misericordioso.
Hoy entramos en un período de cincuenta días de morada en el misterio pascual. Cincuenta días de entrega con gozosa fe y amor mientras el Espíritu de Dios toma posesión de nuestras vidas. Cincuenta días de mistagogía, de caminar con los recién bautizados cada vez más profundamente en los misterios bautismales de la muerte y la resurrección. Es un tiempo de conciencia intensificada, conciencia finamente sintonizada, memoria despertada. Los grandes cincuenta días de la Pascua son una invitación a explorar más profundamente el clima del corazón, a despertar nuestra memoria de la presencia y el poder de Dios en nuestras vidas, a observar más de cerca todas las texturas ricas y variadas de la creación.
Que tengan una maravillosa Pascua. Gracias por acompañarnos aquí en esta gran fiesta, la fiesta más sagrada de nuestro calendario eclesiástico. Si están aquí por primera vez, o regresan después de una larga ausencia, sepan que son bienvenidos. Nuestra oración es mejor porque están con nosotros. Y espero volver a verlos.
Y que semana hemos tenido. Escribo estas lineas el martes después de nuestra celebración del Domingo de Ramos y pienso en quienes ayudaron a decorar y planear, y a aquellos que proclamaron la Palabra y cantaron: fue un momento de total majestad y belleza. Y luego, de repente, el lunes por la mañana hemos recordado cual frágil es nuestro mundo cuando observamos con horror cómo Notre Dame de Paris se envolvía en llamas. Un momento de crisis durante la Semana Santa, cuando experimentamos de nuevo el momento de crisis de Jesús ... nos han quitado algo tan hermoso y tan especial, pero no del todo ... oramos por nuestros hermanos y hermanas en París, por todos los que sufren pérdidas, y hoy especialmente, abrazamos nuevamente la posibilidad de la resurrección.
Les pido orar por la paz de Pascua.
Padre Duffell