Pentecostés, día en que nace la Iglesia, el día cuando Ella pide a Dios enviarnos su Espíritu y renovar la tierra. Aquí en nuestra Parroquia buscamos revivir el espíritu de Blessed Sacrament. Hoy pedimos que el Espíritu del Dios viviente llegue hasta nosotros. Y con este deseo, el grupo de “Parish Planning” estará distribuyendo después de la Homilia un formulario en el cual pedimos la opinión de nuestros feligreses y su ayuda en planear el futuro de la Parroquia. Les pido considerar sus respuestas con mucho cuidado. Espero completaran esta encuesta mientras rogamos: “Espíritu del Dios Viviente venga a nosotros.”
El viernes 20 de mayo se cumple un mes del fallecimiento de Msgr. O’Connor. Para cerrar nuestro periodo de duelo celebraremos a las 5:30pm una Misa especial en su memoria y después una recepción en la Rectoría.
Desde el mes de septiembre hemos tenido el privilegio de tener entre nosotros al recién ordenado sacerdote Jesuita Padre Dennis Baker. Padre Baker ha finalizado sus estudios en la Universidad de Columbia y pronto será el Director de la Xavier High School en Chuuk en el Estado Federal de Micronesia. Si desean mantener contacto con el Padre Baker pueden hacerlo a través de su e-mail:
[email protected]. Tal vez nos invite a visitarlo.
Ad majorem Dei gloriam!
Les pido recordar en su plegarias aquellos que hoy recibirán el Sacramento de la Confirmación. El Obispo John O’Hara, Vicario Episcopal para nuestra área. conducirá esta ceremonia. La Misa de Confirmación será celebrada hoy las 2:30pm. Están todos invitados.
Mañana comenzamos de nuevo el Tiempo Ordinario. Después del jubilo de Pentecostés, Jesus encargo a los Apóstoles y discípulos la tarea que transformaría al mundo. Aquel que ellos al principio pensaron era el Mesias exclusivamente de los hebreos, resulto ser el Dios de todos. Los envía mas allá de sus fronteras pidiéndoles solamente convertir naciones en discípulos. Si hoy titubeamos cuando el Papa Francisco nos pide salir de nuestra zona de comodidad y compartir las Buenas Nuevas (“Good News”), solo necesitamos pensar en la extraordinaria historia de aquellos que nos precedieron con su fe.
En este Año de la Misericordia, recemos por la Paz.